Me imagino que así como quien es arrancado de su hogar a la fuerza, jalado por los que profanan el refugio, y araña lo que pueda de suelo y paredes, jalando pastos y piedras, tratando no sólo de evitar el despegue, sino de llevarse consigo, aunque sea encarnado en las yemas de los dedos un poco de su mundo, de su identidad y de su comprensión de la realidad, lucho yo también por enraizar lo más posible en mí lo que sea que me defina. Todo aquello que me haga distinto al nuevo entorno es lo que más defiendo, lo que trato de lucir, con la cautela de que no sea hurtado por alguna exagerada exposición, y lo que me hace sentir orgulloso. En ocasiones, he de aceptar, confundiendo las amenazas con simples actos de adaptación, que me obligan a buscar al adversario en mi mismo. Pero a final de cuentas haciendo el esfuerzo.
Mucho ha quedado por ahora atrás, lejos, y por esa misma conciencia es que temo perder lo que me guardé de mi tierra en el corazón.
He dejado una familia, un amor, un país y una lucha; mi familia, mi amor, mi país y ¡mi lucha! Decidí partir volando de aquel árbol que todo lo tenía, que me mantenía acobijado, feliz y que me permitía seguir extendiendo ramas a mi gusto, para volver a empezar a ras de suelo; deshierbando alrededor de una nueva minúscula plantita que apenas brota. ¿Por qué?
Al tiempo que rasco en busca de respuestas en mi interior, simplemente me consolaré con pensar que ese mismo cobijo, felicidad y crecimiento me ha lanzado a volar por nuevos aires, cosechar nuevos frutos y conocer otros mundos, que me permitan en otro momento volver a mi árbol patrio con la sapiencia de lo que sea necesario podar, y lo otro que deba ser mejor cuidado para mi familia, amor, país y lucha.
Mientras eso suceda seguiré lamiendo, tal vez a oscuras, lo que haya quedado encarnado en mis yemas cuando partí.
Mucho ha quedado por ahora atrás, lejos, y por esa misma conciencia es que temo perder lo que me guardé de mi tierra en el corazón.
He dejado una familia, un amor, un país y una lucha; mi familia, mi amor, mi país y ¡mi lucha! Decidí partir volando de aquel árbol que todo lo tenía, que me mantenía acobijado, feliz y que me permitía seguir extendiendo ramas a mi gusto, para volver a empezar a ras de suelo; deshierbando alrededor de una nueva minúscula plantita que apenas brota. ¿Por qué?
Al tiempo que rasco en busca de respuestas en mi interior, simplemente me consolaré con pensar que ese mismo cobijo, felicidad y crecimiento me ha lanzado a volar por nuevos aires, cosechar nuevos frutos y conocer otros mundos, que me permitan en otro momento volver a mi árbol patrio con la sapiencia de lo que sea necesario podar, y lo otro que deba ser mejor cuidado para mi familia, amor, país y lucha.
Mientras eso suceda seguiré lamiendo, tal vez a oscuras, lo que haya quedado encarnado en mis yemas cuando partí.
8 comentarios:
Nostalgico mi gallo, pero te entiendo... Te mando un abrazo grande y no claudiques!!!
Mi amorcito,
Tus palabras, como siempre, están llenas de una profunda coherencia y un estilo digno del mejor escritor. Se percibe un tono de nostalgia que me pone triste. Me coforta saber que tu fortaleza espiritual y emocional te va a traer muy pronto una visión más optimista en tu nueva realidad. Recuerda que todos estamos muy orgullosos y cerca de ti para cualquier tipo de apoyo. Te adoro. Mamillán
Ánimo, por acá tambien sentimos que te arrancaban de nuestro entorno, tu ausencia es temporal, el tiempo pasa rapidísimo, disfruta tu viaje, en un abrir y cerrar de ojos estarás de vuelta. Te mantendremos al tanto. Aprovecha el tiempo por allá, conoce lo más que puedas, es un respiro, y si queda tiempo, estudia. O viceversa.
Que te puedo decir gallinazo?? Aqui tambien se sitio como si nos arrancaran un pedazo de nuestro mismo ser. Aun no he podido asimilar el que ya no estes, al menos fisicamente, entre nosotros. Loa cambios son siempre dificiles, sobre todo los que implican dejar todo atras con la esperanza de que cuando regreses todo este justo y como lo dejaste, dificilmente sera. Sin embargo, esta nueva aventura, este nuevo arbol, como tu le llamas, sera uno que inevitable e ineludiblemente dara frutos para hacerte crecer, como persona, como hijo, como amigo, como ser humano. Aferrate lo mas que puedas a ese rastro que te identifica y que forma parte de tu gran personalidad; pero tambien aprende, y sobretodo ten la disponiblidad de asimilar cosas nuevas sin prejuicios, sin temores, sin complejos. De este lado, seguiremos apoyandote, en silencio, en correos, en el pensamiento, sabiendo que eres un gran ejemplo a seguir, y sabiendo que algun dia, y no muy lejano, regresaras a nosotros para contagiarnos con esa espontaneidad, con ese pensamiento reflexivo, pero sobretodo con tu gran humanidad. Animo Peluso y para que no se te olvide, CATM!!!
mi querido angel!!! què barbaridad, casi se me sale una lagrimita al leerte... esto de los cambios es duro, tal vez màs duro de lo que nos gustarìa aceptar no? me pasa algo similar justo ahora aunque no sea tan dràstico el mio... es difìcil encontrarse en un lugar en el que de pronto todo es nuevo, extraño, algo intimidante y en el que uno ya no se siente como pez en el agua. Pero de todo esto, una persona tan inteligente como tù, se que sabrà acumular experiencias y conocimientos para regresar con las manos llenas de semillas nuevas, exòticas que juntar con las antiguas que acà has dejado y entonces hacer crecer algo hermoso y completo.
te mando un abrazo fuerte!
andriux
¿Qué¿Por qué?? Muy posiblemente las razones ya las sabes, sólo que no son fáciles de aceptar. El valor, la individualidad y la congruencia en el vivir son valores que se buscan por uno mismo y sólo en uno mismo se encuentran. No digas que has dejado una lucha, porque no hay derrotas ni pausas cuando la lucha se lleva en el corazón. Posiblemente lo que ahora sientes no es más que la forma en que el destino te pregunta si confías en él… sólo piensa bien tu respuesta.
Hay mucho más que trocitos de tierra entre las garras de tu memoria; ese árbol, que también eres tú, está alimentado de esa Tierra y esa tierra de su Árbol, ahora en apariencia más móvil y más impermanente. Tú, siempre venciendo imágenes y estereotipos,
emancipándote incluso de ti mismo, con esa exquisitez y vivacidad que te caracterizan,
cuando te des cuenta no tendrás que lamerte los dedos en secreto, por que tu serás lamido y tu lucha contigo.
T.A
Angel, además de lo dicho. Te comparto un poema de Mario Benedetti que escribió en el exilio. No es el caso, pero hay sentimientos, me parece, parecidos. El dejar un país no es fácil, y bueno, identificarse a veces con alguien o con algo, siempre sirve de algo. Por lo que al amor respecta, siempre te estará esperando. Y dice:
Un viento prisionero sacude las persianas
no sé que jueves trae
no sé que noche lleva
ni siquiera el dialecto que propone
Creo reconoces endechas rotas
trocitos de hurras
y batir de palmas
pero todo se mezcla en aullido
que también puede ser deleite o salmo
El viento bate franjas de aluminio
llega de no se dónde y no sé a donde
Y ese rumbo enigma soy apenas
una escala precaria y momentánea
No abro hospitalidad
No ofrezco resistencia
Simplemente lo escucho
arrinconado
mientras en el recinto vuelan nombres
papeles y cenizas
(…) lo raro lo increíble es que a pesar
de mi desamparada expectativa
no sé que dice el viento de exilio.
Hay mucho más que trocitos de tierra entre las garras de tu memoria; ese árbol, que también eres tú, está alimentado de esa Tierra y esa tierra de su Árbol, ahora en apariencia más móvil y más impermanente. Tú, siempre venciendo imágenes y estereotipos,
emancipándote incluso de ti mismo, con esa exquisitez y vivacidad que te caracterizan,
cuando te des cuenta no tendrás que lamerte los dedos en secreto, por que tu serás lamido y tu lucha contigo.
T.A
CYNCHELIUS
Angel, además de lo dicho. Te comparto un poema de Mario Benedetti que escribió en el exilio. No es el caso, pero hay sentimientos, me parece, parecidos. El dejar un país no es fácil, y bueno, identificarse a veces con alguien o con algo, siempre sirve de algo. Por lo que al amor respecta, siempre te estará esperando. Y dice:
Un viento prisionero sacude las persianas
no sé que jueves trae
no sé que noche lleva
ni siquiera el dialecto que propone
Creo reconoces endechas rotas
trocitos de hurras
y batir de palmas
pero todo se mezcla en aullido
que también puede ser deleite o salmo
El viento bate franjas de aluminio
llega de no se dónde y no sé a donde
Y ese rumbo enigma soy apenas
una escala precaria y momentánea
No abro hospitalidad
No ofrezco resistencia
Simplemente lo escucho
arrinconado
mientras en el recinto vuelan nombres
papeles y cenizas
(…) lo raro lo increíble es que a pesar
de mi desamparada expectativa
no sé que dice el viento de exilio.
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