DI NO A TUS DOGMAS

martes, 10 de febrero de 2009

La justicia y el amor [1ra parte]

Es una cuestión de prioridades. Es un juego de vaivén en una balanza. El misterio sobre la solución a las medidas correctas de cada uno de ellos, implementadas en determinada circunstancia, ha atentado contra la certidumbre de cualquier estratega vivencial, desde el comandante militar, hasta el padre de familia. Justicia y amor, ¿cuánto de cada uno, y en qué momento?
En el sentido de este escrito, la justicia se enfoca a un apego al orden, a la equidad, a la búsqueda del progreso social basado en la sistematización de los valores de un grupo de personas. El amor busca la conciliación de los seres humanos como individuos, ligada a la percepción de un hombre o mujer como un universo de posibilidades físicas y mentales únicas que debe ser considerado como tal. Por lo tanto, sus necesidades no pueden ser atendidas al igual que las de una mayoría. Por lo menos no en todos los casos.
La polémica entonces, se extiende a priorizar entre grupo e individuo. ¿Cuál es la proporción apropiada para el progreso de una sociedad (desde la familia hasta un país)? Podemos empezar considerando dos factores: los objetivos de la sociedad y la capacidad de atención personalizada a las integrantes de ésta.
En toda sociedad debe haber reglas o leyes. Esto en busca del orden. Pero la flexibilidad de éstas, y su interpretación dependiendo de las circunstancias, se basarán en la prioridad repartida entre grupo e individuo.