domingo, 3 de noviembre de 2013
Pregúntatelo
Y que
se vienen todos en bola, cayéndose entre empujones, gritos y pisotones.
Se dieron codazos, puntapiés, rodillazos. Unos caían, y otros lograban
mantenerse de pie a pesar de las zancadas que llevaban a la cara cerca del
suelo. Después de correr durante horas, exahustos y sangrados, poco a
poco se fueron deteniendo, algo extraviados. Se fueron juntando en algún
punto del camino, y de pronto los invadió la vergüenza cuando se dieron
cuenta de que nunca hubo ninguna meta que alcanzar.
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